En los años que tengamos, todos deseamos tener un estilo de vida de felicidad, amor, tranquilidad y estar plenos de que lo que tenemos nos satisface y nos llena de plenitud.
Pero cuando menos lo pensamos, podemos Nublar nuestra mente y actitud, debido a una serie de acontecimientos que nos lleguen de repente y sentamos que no tienen solución sencilla, es que ocurre, que cuando nos pasa algo malo, todo se junta y parece que no pararan las malas noticias.
En estas situaciones difíciles es cuando siempre debe prevalecer la fe en Dios y en nuestra Santa Virgen Maria de Guadalupe, y en oración, con ejercicio de la fe, podremos ver esa solución que siempre estuvo ahí y por la preocupación nunca vimos.
¿Qué es una situación difícil?
Muchas, podemos reconocer como una mala racha haber perdido el empleo, acumulación de deudas, atravesar por una infidelidad o un divorcio, todo lo malo que aparece de la nada, incluyendo la muerte de un ser querido y más.
¿Los problemas tienen solución?
Todos! Claro que sí! La única situación con la que no se puede vencer, más que aprender a la resignación, es la muerte, ése es el único proceso de la vida que no tiene solución en este plano, más si creemos en la resurrección, sabrás que tendrás un reencuentro con los tuyos en el debido momento.
¿Cómo no perder la fe en este difícil momento?
Sé que parece un poco repetitivo, pero la oración lo puede todo, escuchar la palabra del señor es lo único que podrá aclarar tu mente, tu vista y tus sentimientos, siempre agradecer por lo que se tiene, y mirar a tu alrededor, siempre hay otras personas peores que tú, eso es verdad en todos lados.
Si paso por una situación difícil ¿Cómo puedo actuar?
A veces nos tragamos las ganas de llorar por no quedar como débiles frente a los demás, pero la mejor opción en estos es hablar con alguien sobre lo que sucede, un amigo, un familiar, una persona de la iglesia, siempre otras cabezas verán el problema desde otra perspectiva y podrían ayudar a aportar soluciones; cerrarte y encerrarte sólo traerá problemas.
Dios y la Virgen son la solución
Háblales, no hay nada mejor que drenar lo que se siente, la virgencita tiene una hermosa oración para situaciones difíciles que te ayudará a calmar esa agonía y ese problema que te tiene en depresión, aprovecha las hermosas palabras de la Virgencita para leer esta oración cada vez que sientas que vas a caer, si Cristo cayó tres veces con la Cruz, no puedes caer tu también?
¿Qué necesito para orar?
Para comunicarnos satisfactoriamente con nuestra virgencita, es necesario estar en un ambiente de paz, tranquilidad y confianza, por eso, te daremos solo algunas recomendaciones para que puedas orar y pedir con toda la fe y que dé resultados.
- Ve a un lugar que te ofrezca tranquilidad.
- Despeja tu mente, no permitas que nada te perturbe.
- Ten a la mano la oración de la virgen de Guadalupe.
- Pide con mucha fe, no dudes nunca de la obra de la virgencita, sin creer y sin fe, no obtendrás el resultado que tanto deseas.
Oración a la Virgen de Guadalupe en situaciones difíciles
¡Oh Madre mía de Guadalupe!
Señora mía Santísima
hija de Dios Padre, Virgen Purísima,
gloriosa, dulce, bendita,
no nos dejes sin tu ayuda Madre querida
líbranos de todos los peligros
auxílianos en las necesidades,
resuelve favorablemente
nuestros difíciles problemas
pues sabemos que para ti no hay imposibles
A tu misericordioso corazón,
todo amor, magnanimidad y dulzura,
y ante los pies de tu sagrada imagen
quiero hoy confiar mis difíciles, casi imposibles,
problemas, angustias y penas,
mis necesidades desesperadas
para las que no encuentro salida,
por ser superiores a mis fuerzas humanas
y que tú, como Madre mía, bien conoces.
Problemas para los que no veo solución,
dificultades que me parecen insuperables,
aflicciones que agobian mi corazón
y me hacen sentir abrumado, solo y abandonado,
disgustos, contrariedades y necesidades
que te confió Santísima Madre mía de Guadalupe
para que tú hagas el imposible
de darles satisfactoria solución
(Hacer la petición)
Oh gloriosa Madre,
estoy seguro que con tu poder de mediación,
con el amor que sientes por todos nosotros, tus hijos,
con tu inmensa bondad,
no dejaras que la ansiedad y el desconsuelo
que hoy me invade y grandemente me afecta,
quede sin remedio.
En tus manos encomiendo mi vida,
mi fe, mi esperanza, y todo mi ser,
nunca me abandones, nunca me dejes.
Madre dame tu ayuda y protección
y haz que me bendiga el Padre,
el Hijo y el Espíritu Santo.
Amén.
Reza luego de la oración,
Tres Salves, Avemaría y Gloria
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